miércoles, 15 de febrero de 2012






La palabra ética proviene del griego " êthos", que significa carácter y está estrechamente relacionada con la moral que no es más que la costumbre,  por ende, la ética y la moral son el conjunto del carácter y las costumbres con que se rigen las personas, es decir, estos conceptos  no significan en sí lo bueno o lo malo, sino, que ya depende de que tan buenas o malas sean las costumbres y carácter  de cada quien.

Pero para hablar sobre ética periodística la mejor definición que encontramos es la dada por el licenciado Gabriel Jaime Pérez (1991) menciona que puede llamarse ética “...al conjunto razonable de principios fundamentales de una formulación, con base en los cuales se tiende a orientar las actitudes y los actos humanos individuales y sociales, desde un porqué y hacia un para qué, es decir, con base en unos criterios sobre los cuales son o pueden ser juzgados tales actitudes y actos”. El Periodista es la persona que se dedica al periodismo, en cualquiera de sus formas y áreas, ya sea en la prensa escrita, radio, televisión y/o medios digitales.



Los periodistas dominicanos, organizados en el Colegio Dominicano de Periodistas -CDP- al amparo de la Ley 10-91, reunidos en Asamblea General, con absoluta conciencia de la importancia que tiene para nuestra nación y toda la humanidad un ejercicio ético de la profesión de periodista y el garantizar el derecho humano fundamental que es la libertad de información (Art. 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU), hemos creado un código que se conoce como Código de Ética del Periodista Dominicano, cuya función principal es educativa y normativa del ejercicio profesional.


Este código procura un acercamiento al  Código Internacional  de Ética Periodística, aprobado por la UNESCO el 21 de noviembre de 1983, que insiste en que el ejercicio de la libertad de prensa e información: estará  mejor salvaguardado si  con un esfuerzo  serio de voluntad, el personal de prensa y de la información, cualquiera que sea su modo de expresión del que se sirve, no deja nunca que se debilite el sentimiento de la propia responsabilidad y se percata, cada vez más profundamente, de la obligación moral que le incumbe de ser sincero y de aspirar a la verdad en la exposición, la explicación y la interpretación de los hechos.


                         Factores que han influido más en las ideas sobre ética periodística

¿Qué influencia cree usted que han tenido los siguientes factores en sus ideas sobre ética periodística?
Porcentaje de periodistas que afirmaron “bastante” o “mucha”
El aprendizaje en la redacción
72,5 %
Su familia
71,3 %
Algún periodista veterano
62,1 %
Los compañeros de trabajo
52,3 %
Los profesores de la universidad
47,5 %
Su formación religiosa
47,1 %
El director y altos cargos del medio
30,7 %
Los profesores del bachillerato
29,8 %


A pesar de depender de la conciencia y educación de cada persona desde el hogar,  la ética se aplica en todos los ámbitos de la vida como algo que debe de ser bueno y verdadero. En el ámbito periodístico específicamente,  es aún mayor el compromiso de aplicar ética tanto en lo que se difunde a través de los distintos medios como del pensar y actuar del periodista en particular.


¿Pero, realmente se cumple lo anterior en la práctica? ¿En verdad se preocupa el periodista en general de entregar veracidad en la interpretación y exposición de los hechos? Como en todas las profesiones, existe un grado relativo de corrupción; el periodismo no es la excepción. Por lo tanto estas cuestiones dejan una brecha típica dudosa.



La cantidad de casos anti-éticos se han visto tanto nacional como internacionalmente de parte de periodistas y comunicadores indelicados; como es el caso de Roland Martin, un  periodista americano, quien durante el Súper Bowl hizo comentarios ofensivos hacia la comunidad gay por lo que fue suspendido de la cadena de televisión CNN.  'Los twits de Roland Martin fueron lamentables y ofensivos. El lenguaje que menosprecia es incompatible con los valores y la cultura de nuestra organización, y no es tolerado. Hemos dado una cuidadosa consideración a este asunto, y Roland no aparecerá en nuestra cadena por el tiempo presente', indicó CNN en un comunicado.

Igualmente en nuestro país se ven cosas altamente ofensivas a la moral del espectador como ocurrió recientemente en el programa Cero Estrés, donde Jesús Gil (Masa) tocó las partes íntimas del  transexual Mía Cepeda. A  raíz de este acto tan bochornoso El Grupo Telemicro anunció la salida del aire del programa Cero Stress.  A pesar de las disculpas públicas ofrecidas posteriormente por los comunicadores, ya el escándalo de inmoralidad está hecho y debido a estos tipos de actos gran parte de los  ciudadanos califican la televisión local como ‘’desastrosa’’.


No es secreto para nadie que la mayoría de los comunicadores que trabajan
 en el área de la farándula son empíricos y por ende no entienden el valor de la ética que se inculcan en las aulas universitarias de en una sociedad en decadencia de valores como la nuestra.


Vemos como también personas extranjeras transgreden a las buenas costumbres con programas de contenido soez y de mi poco valor cultural e informativo, y a pesar de todo esto influyen en la manera de pensar de nuestra ciudadanía carente de una educación que les prepare para saber discernir.


Nos parece de muy mal gusto que personas por el simple hecho de poseer el capital pueden poner programas de radio, televisión y a demás puedan influir en los medios escrito, haciendo más difícil para los periodistas aferrarse a los valores que les inculcan en las universidades.


 A pesar de los sin sabores que ha tenido la ciudadanía con la deshonestidad y falta de ética de algunos comunicadores, aun existen periodista comprometidos con la ética periodística en nuestro país, como lo son: Nuria Piera, Huchi Lora, Alicia Ortega,  entre otros que ponen en alto el periodismo en nuestro país con cada programa, pero sin que esto a veces denoten una preferencia porque como decía el gran filosofo Aristóteles, ¨el hombre es un animal político¨.

La ética del periodista ha sido tema de investigaciones, por aquellos  que les preocupa la coartación de la libertad de prensa o la autocensura de los propios periodista por el logro de beneficios personales. 


 
Percepciones  sobre la ética periodística
(Porcentaje que considera intolerable...)

 
Incumplir confidencia-lidad
Pagar para obtener información
ambiar la identidad
Adaptar información al medio
Utilizar documentos personales sin permiso
Usar documentos oficiales sin autorización
Alemania
90
59
55
88
89
46
Australia
96
69
87
45
51
21
Brasil
93
76
37
-
57
17
Canadá
98
91
93
69
83
40
Corea del Sur
91
73
41
83
73
50
EEUU
95
80
78
51
52
18
Finlandia
61
38
47
57
61
28
Francia
96
64
60
18
88
31
Gran Bretaña
91
35
53
41
51
14
Hong Kong
94
49
62
16
74
23
Méjico
95
62
64
79
87
36
Taiwan
90
72
56
62
87
74
España
97,5
79,4
66,5
63,9
92,5
63,4




Un  periodista no es aquel quien, simplemente, informa, sino, que  el periodista debe asumir con conciencia la labor de informar al pueblo con veracidad e independencia, ya que las informaciones que son dirigidas al pueblo no deben estar influenciadas por los intereses individuales de quien escribe.  

La ética, le ofrece  al  periodista el poder de elegir y de decidir cuál es el camino correcto en el desempeño de su labor periodística.  El  periodista que opta por no escoger  o definir un camino para desarrollar  su labor periodística, de hecho realizó su elección, pues quien se niega a seleccionar una vía ética, indudablemente, su decisión fue elegir lo no ético. 
                              
El público tiene derecho a esperar un desempeño elevado de los medios y la intervención oficial se justifica en aras del bien común, los medios deben reflejar la diversidad cultural y dar cabida a diversos puntos de vista y de réplica. No deben difundir material que incite a la delincuencia, violencia o trastornos personales y civiles ni que ofendan a ningún grupo social.

La tecnología por otro lado ha influenciado de forma extraordinaria en la ética periodística ya que los pasados receptores pasivos se han convertido enemisores activos dando opiniones públicas de aquello que piensan de la información que reciben.

Los cambios producidos por el impacto de la revolución tecnológica han puesto en crisis el concepto comunicacional clásico, que concebía al periodismo como una profesión orientada a la emisión de mensajes unidireccionales.

En ese escenario tradicional, el periodista aparecía como el emisor de un valor (por ejemplo, una información o un comentario editorial) que el público receptaba y evaluaba –o no- de acuerdo con su propia capacidad crítica o de análisis.



La realidad a la que hoy nos enfrentamos tiene poco que ver con ese esquema comunicacional diáfano y lineal. Los cambios tecnológicos han provocado una explosión informativa que ha modificado sustancialmente el universo de la comunicación, haciendo de los lectores, críticos conocedores de cuando hay o no ética aplicada en un escrito.

El ejercicio del periodismo ético debe proporcionar a los receptores del mensaje periodístico los elementos que lo pongan a resguardo de la deformación, la exageración o la confusión, provocadas, a menudo, por la falta de un procedimiento informativo sereno y eficaz.


Elaborar contextos darle al público la brújula que le permita poner orden en el escenario informativo cotidiano: ese es el desafío ético del periodista en los agitados tiempos que corren.


Y deben saber hacerlo sin retacear no recortar en lo más mínimo el caudal de noticias que trascienden al público simplemente, adicionándole a cada suceso el análisis interpretativo y contextualizador que ayude a su mejor comprensión.

Es necesario re-moralizar los medios para ganar nuevamente un prestigio para esto es necesario e importante averiguar qué valores y derechos pide la sociedad sean nuevamente respetados elevando así la dignidad humana y recuperar la ética en el periodismo, no como opción en el ejercicio sino como parte esencial del mismo. 



El  trabajo del periodista consiste en investigar y describir temas de interés público y así posteriormente llevar a cabo su distribución. Para ello recurren a fuentes periodísticas fiables y verificables.

Entonces inferimos que el periódico es el libro de las multitudes,  la vida pública del cosmopolita, no se conciben las grandes metrópolis sin la hoja informadora, si el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo, es decir, la actuación ciudadana ha encontrado en el periódico su órgano para discutir y apreciar el interés colectivo, necesario es que exista una ética específica del periodista.

La profesión de periodista debe tener por base la moral más desinteresada, un amor inquebrantable a la verdad, una pasión heroica por la justicia y una devoción ilimitada al bien común. Estos ideales que elevan al periodismo al concepto de cátedra y de sacerdocio, se encuentran aminorados en la práctica por los peligros constantes que acechan a la prensa y, por consiguiente, a los periodistas.

Se ha calificado a la prensa de cuarto poder y por lo mismo que es grande su poder, es también muy solicitado para campañas no tan verdaderas, no tan justas, no tan dedicadas al bien común. Para poder cumplir los sagrados deberes que impone la profesión de periodista, para que un periódico sea un verdadero eco de la opinión pública y no de los intereses creados de unos pocos que lo único que desean es perpetuarse en su status cuo, los  periodista y periódico deben gozar de independencia.


Los periodistas modernos exhiben su partido político en el pecho que especia de estandarte de la cual se sienten orgulloso sin saber que esto es escupirle en la cara al juramento que hacen cuando asumen la sotana del periodismo.


También debemos destacar que la mayoría de los programas de opinión y de panel, los comunicadores exhiben descaradamente su preferencia partidista, pero lo peor no esto, lo que más indigna es que estos programas son los preferidos por la audiencia, ajenos de que  se dejan guiar por estas opiniones comprometidas con sueldos y cargos en posiciones estatales.

Pero estos valores están cada día más carente en el tipo de sociedad en la que vivimos, donde todo el mundo quiere ser figura protagónica y no hacer nada innovador, donde los profesionales lo único que buscan es enriquecerse personalmente y no ser el faro de luz que guie a los ciudadanos en las turbulentas aguas de la corrupción política, económica y social.


La ética profesional, y la del periodista en particular, tienen un alcance más subjetivo que los códigos jurídicos, la búsqueda de un equilibrio entre la libertad y la responsabilidad en el ejercicio dependen, no tan sólo de las decisiones conscientes de los periodistas,  sino también de la práctica de los órganos de información y del ambiente social.

La responsabilidad, la verdad, la honestidad, la independencia, el respeto al ser humano, a sus derechos, la calidad de la información, el equilibrio, la búsqueda honesta de la verdad son inmediatamente percibidos como valores fundacionales de todo proceder ético en el periodismo y como principios de actuación en el campo.

Sin este instrumento en las cabezas de los comunicadores, que son los moldeadores del pensamiento de las masas, nos encaminamos a una sociedad sin principios ni valores éticos de familia.








Autores:
- Lisbet Pérez                2007-0258
- Génesis Abreu             2008-0040
- Laura Hernández          2003-1249
- Yldemaro Desangles     2006-1252
- Kristal Santana             2007-1302




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